domingo, 2 de septiembre de 2007

La estupidez del nacionalismo

Lu Tao era director músico en la corte de Ming Yi, en el reino de Quin, hace unos cinco mil años. La princesa Ho Sa Nian, famosa por ser una mujer inteligente y capacitada para cualquier tarea (llegó a sustituir al general Chu en la Batalla de los Tres Cerros, que rechazó a los invasores del reino de Quon) lo interrogó un día de esta manera:

— Lu Tao, eres un servidor eficaz. Haces lo que se te manda con discreción y competencia y nos porporcionas agradables veladas aplicando tu arte. Pero observo que lo haces sin entusiasmo cuando cantas las baladas que relatan nuestras victorias contra tiranos e invasores. ¿A qué se debe tu indiferencia? Responde con plena libertad.

— Princesa, considero que tanto en el reino de Quin como en el de Quon se puede morir uno de hambre.

— Amplía tu respuesta Lu Tao.

— Princesa, hace unos años, cuando estábamos invadidos por tropas de Quon, uno de sus oficiales me obligó a bajarme de la acera y a caminar por el barro. Me sentí tan humillado que deseé en ese momento con todas mis fuerzas, no solo que ese oficial muriese, sino que el reino de Quon con todos sus pobladores desapareciese. Entonces me dí cuenta de que yo me había vuelto nacionalista y de inmediato rechacé ese sentimiento, pues nuestros oficiales y soldados son tan imbéciles como los de Quon. Porque tanto en Quin como en Quon se puede morir uno de hambre. Por eso carezco de entusiasmo patriótico, ya que es preciso combatir la estupidez para que deje de haber estúpidos.

— Entiendo que acabas de llamar estúpido a todo nuestro pueblo —respondió Ho Sa Nian—. Pero mejor no hables de ello o acabarás ejecutado como espía de Quon.

1 comentario:

No al nazionalismo dijo...

Toda revolución "socialista" que aspire a emancipar a personas sin sacarlas de sus prejuicios nacionalistas, no hace más que abundar en los viejos mitos del nacional-socialismo, el falangismo o el nacional-bolchevismo.

Aunque se disfrace de "izquierda", su aspiración es de "derecha": la dominación de unos individuos por otros, el clasismo de lo que "es" nacional frente a lo que se supone que "no lo es". Con toda la arbitrariedad y autoritarismo que ello implican.

La mejor alternativa a un nacionalismo opresor no es otro nacionalismo con otro ámbito territorial y con otra cultura o raza dominante-oficial. Así siempre habrá gente que se quede fuera, siempre habrá dominadores y dominados, siempre habrá clases, propietarios y desposeídos en el territorio.

La mejor alternativa, a mi modo de ver, es caminar hacia una sociedad sin clases, y por lo tanto sin fronteras económicas ni mentales.