domingo, 2 de septiembre de 2007

Companys: Entrevista con José Peirats

Existe actualmente una campaña de mitificación del President Companys. Se explota, especialmente, su fusilamiento por los fascistas. ¿Cuál es tu visión de la actuación política del President Companys y de la mitificación que se está haciendo de su figura?

Yo creo que conseguirán mitificarle. No obstante, y no únicamente como anarquista sino como ciudadano, creo que la política del President Companys tiene muchos errores y no solamente durante la guerra.

Centrándonos en los hechos de octubre: ningún estadista que tenga la cabeza en su sitio se lanza, y embarca a la gente, del modo que él lo hizo, contando con tan pocos elementos como de los que disponía. Fue un movimiento catastrófico. Además Companys no podía sentirse representado por los que luchaban en Asturias. No podía sentirse representado por lo que podían hacer o dejar de hacer los socialistas de Madrid, ya que dudo de que ellos mismos supieran lo que estaban haciendo. Aún ignoramos hoy qué se proponían con los hechos de octubre.

Ahora bien, la actuación de un individuo puede ser todo lo discutible que se quiera, pero si tiene un final trágico, surgen unas consideraciones de tipo humanista muy comprensibles. Creo que todos sentimos su muerte. El fusilamiento de Companys es algo ignominioso, vergonzoso, indignante, todo lo que tú quieras... Ahora bien, salvado esto, su actuación no puede deslumbrarnos.

Yo creo que no ha sido nunca un político en el sentido clásico de la palabra. Cometió muchos traspiés. Se dejó arrastrar por elementos que creía que le podían ayudar y de hecho fueron ellos quienes le hicieron tropezar. Esto es lo que hizo el PSUC. Companys fue quien le dio alas. Fue quien les ayudó a subir y hacia el final, el PSUC ya era superior a la propia Esquerra Republicana, ya que ésta no contaba con una masa que pudiera movilizar en un momento dado, mientras que el PSUC tenía a la UGT. Había conseguido arrancar los elementos más activos de la pequeña burguesía y del campesinado y había podido organizar una UGT fuerte. Y claro, esta base que siempre había sido la base de la Esquerra -los campesinos y los obreros de cuello blanco- , el PSUC consiguió ganarla para su causa. El PSUC desarrolló una propaganda antifaísta y halagadora de los pequeños y grandes propietarios y en este campo fue un contrincante eficaz de la propia Esquerra. Le iba minando el terreno y Companys le hacía el juego. Companys hubiera podido apoyarse en otras fuerzas...

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